miércoles, 19 de noviembre de 2014

Maíz

No hay nada mejor que convivir con gente que te haga crecer. Que te lleve a nuevos lugares, que te enseñe nuevas canciones, que te ayude a descubrir las facetas de ti que no conocías y que te haga vivir nuevas experiencias.
Los laberintos de maíz eran para mí sólo escenas de películas de suspenso. No están tan mal. 
Me di cuenta de que a pesar de estar totalmente oscuro y a una temperatura muy baja con personajes de todas las películas de terror escondidos por el maizal y el simple hecho de no saber a ciencia cierta el camino a la salida, todo está en la mente. El miedo que provoca lo desconocido es sólo eso, una idea que nosotros mismos creamos.
Es gracioso pensar que en este fin de semana, en una feria, pude tachar una de las tantas cosas que quiero hacer antes de morir. Pude hacerlo siendo totalmente ridícula bailando sobre un caballo en un carrusel, gritando en los largos pasillos de la milpa, comiendo pastel de chocolate. Estas fotos son el producto de ello.












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