domingo, 20 de abril de 2014

Ironía.

Últimamente he tenido muchas ganas de viajar. No sé si es porque tengo una meta que involucra un viaje a otro país, pero creo que en los últimos meses he sentido esa necesidad de dejar todo y perderme aunque sea por un fin de semana.

Estas vacaciones tuvieron algo de eso, a excepción de que ese lugar ya era un poco familiar para mí. Y aun así fue diferente a las veces anteriores porque viví este mini viaje con una persona diferente. Es divertido ver como todo cambia, aunque sea el mismo lugar, si el momento se vive con personas ajenas a los anteriores.

Esta vez fuimos a un lugar donde se pueden encontrar restaurantes de comida mexicana-alemana-austriaca (yo tampoco entiendo), tiendas de chocolates finos traídos desde Bélgica pero son preparados a base de tequila, y agencias de bienes raíces con anuncios en inglés con un puesto de joyería indígena en la puerta. Así de irónico.

Al final, así es México.

















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